Entrevista con Stefan Sagmeister

Entrevista con Stefan Sagmeister; entre el éxito, arte y rockstars

Stefan Sagmeister es un rockstar del diseño gráfico. No sólo es reconocido por el trabajo de su agencia Sagmeister & Walsh para diversas compañías de nivel mundial incluyendo BMW, IDEO y droog. A lo largo de los años de carrera que ha acumulado colaboraciones con iconos de la industria musical a través del diseño y desarrollo de portadas de discos ganadoras de premios Grammy incluyendo a Jay-Z, The Rolling Stones, Lou Reed, David Byrne y Aerosmith.

Nacido en Bregenz, Austria, Stefan comenzó su carrera como diseñador gráfico después de graduarse de la Universidad de Pratt, trabajando en la división de Hong Kong de la agencia de Leo Brunett. Posteriormente colaboró en la agencia M&Co de Tibor Kalman antes de abrir su propia agencia en 1993, Sagmeister Inc. Posteriormente integró a Jessica Walsh como socia para formar Sagmeister & Walsh en 2012.

Para la reciente edición del Festival OFFF México, conversamos con el artista sobre el éxito, el fracaso y muchas cosas más.

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 Normalmente, todos hablan del éxito, pero ¿tienes alguna historia de fracaso donde se hayan intersectado tanto tu vida como diseñador como tu vida personal…?

Déjame pensarlo… te voy a contar una de mi vida como diseñador, cuando por fin me contrató Tibor en M&Co. Mi primer proyecto era diseñar una invitación para una gala, de la organización Gay and Lesbian Taskforce de Nueva York; un trabajo fácil y divertido según la agencia. Se necesitaban 2000 invitaciones para el evento; mi idea era mandar una banana y una ciruela de verdad envueltas en seda y empacadas en una caja muy cursi con unas calcomanías rosas, les encantó la idea y dijeron: “hagamos esto”.

Con lo que no contaba es que el evento era en Septiembre y se necesitaban mandar las invitaciones en Agosto y ese mes hubo una ola de calor en Nueva York tremenda, para hacer las invitaciones, contratamos a una casa de abastecimiento (pues necesitábamos 2000 bananas y ciruelas presentables). Al principio les costó trabajo conseguir las ciruelas pero consiguieron las bananas las cuales se empacaron y dejaron listas. Cuando por fín se consiguieron las ciruelas, las 2000 bananas que ya estaban empacadas estaban podridas.

Entonces se empacaron las ciruelas y se consiguieron nuevas bananas. Para cuando se empacaron las nuevas bananas, las ciruelas estaban pasadas. Por tercera vez, se fueron a conseguir la fruta esta vez cuidando conseguir las ciruelas y bananas al mismo tiempo. Para cuando consiguieron las 2000 bananas y ciruelas, se les había acabado la envoltura. La fruta se volvió a podrir.

Fue un desastre. En total fueron 5 intentos, 20,000 frutas aproximadamente, era muy estresante; era mi primer proyecto trabajando con Tibor y me había encomendado un trabajo simple y fácil – era un cliente pro bono – y como no salían las cosas, ahora todos estaban estresados tratando de cumplir a tiempo. Desde el punto de vista de M&Co yo era un idiota por escoger un proyecto tan difícil. Yo apenas entraba a trabajar ahí y mi primer proyecto “simple y fácil” había puesto a todos en la agencia a sufrir. Había lágrimas y noches sin dormir.

Encima el evento se acercaba y era clave que se mandaran las invitaciones. La gala era su fundraiser anual, sin esa noche no tendrían fondos. Casi se podría decir que el futuro de la organización dependía de ese evento. Por fín las invitaciones salieron bien – se consiguió la fruta justo al último minuto, se tenían todos los elementos de diseño y una clave fue que un miembro de la organización, del Taskforce, tenía una empresa de paquetería por lo cual se pudo asegurar que llegaran las invitaciones antes de que se pudrieran de nuevo. Definitivamente eso nos salvó y el evento fué todo un éxito, como cada año.

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 Regresando a Tibor [Kalman], ¿cómo fue que lo conociste?

Cuando era jóven, lo llamé por lo menos unas 50 veces. Esto era en la época climática de M&Co en términos de fama y éxito, por lo que estoy seguro que muchos otros diseñadores aspirantes tratando de contactarlo para hablar, colaborar o trabajar con él. Creo que fui un poco más tenaz, quizás más perseverante que los demás.

Algo que ayudó mucho es que en esas 50 llamadas me hice amigo de su secretaria. Digo, traté de no ser un dolor de cabeza para ella o para el y al final él terminó regresándome la llamada – pero estoy seguro que fueron 50 después de la mía.

 ¿Cuántos años tenías?

Todavía era estudiante en Pratt [en Nueva York], en 1989. Creo que tendría unos 24 años, fue antes de irme a Hong Kong. Para cuando cuando yo me fui de manera independiente ya había conocido a Tibor;  él me dio unos excelentes consejos antes de que me fuera. Me dijo:  “Stefan, no gastes el dinero que ganes ahí o te convertirás en una gran ramera de la publicidad por el resto de tu vida”

El dinero que gané en Hong Kong lo ahorré y cuando regresé compré el estudio. Antes de eso trabajé un periodo de tiempo con Tibor en M&Co pero eso no duró mucho porque él aceptó irse a Benetton poco después y fue entonces cuando me independicé.

¿Cuánto tiempo pasó antes de que se uniera Jessica Walsh para formar Sagmeister & Walsh?

17 años. Ella ya había trabajado conmigo dos años antes de hacerla socia. Era inusualmente talentosa; sabía cómo pensar en ideas nuevas, tenía un enorme sentido común y lo más importante, sabía muy bien cómo ejecutar ideas.

En este negocio no es sólo cuestión de tener ideas creativas y locas, se tienen que poder hacer físicamente para que valgan.

 Desde que la integraste como socia, ¿cómo cambió la dinámica de trabajo en tu estudio?

Significativamente, con ella a bordo a ese nivel tengo mucha más libertad. Por ejemplo, pude estar en Roma 2 meses trabajando en un filme, en el pasado no hubiera podido delegar de esta manera. Jessy puede estar trabajando en un proyecto y al mismo tiempo estar supervisando el estudio en general. De verdad puedo confiar en ella.

Con todo el éxito que has obtenido, ¿cómo logras mantenerte equilibrado y con los pies en la tierra?

La verdad  es que nunca lo había pensado. Creo que tiene mucho que ver con el tipo de fama y éxito que se tiene como diseñador gráfico. Es una fama muy benigna, casi nada de lo malo.

Por supuesto que en los primeros años del estudio, cuando trabajamos con rockstars como los Rolling Stones fue muy interesante poder percibir qué significaba ese éxito y fama global y poder valorar realmente los aspectos negativos.

Siendo una firma de diseño es muy interesante; con cierto nivel de prestigio es más fácil conseguir clientes y ser tomado en cuenta. En la calle igual me pueden llegar a reconocer pero es lo suficientemente esporádico así que no es molesto y se siente más auténtico.

Supongo que si le preguntas a Mick Jagger por una lista de aspectos negativos a la fama y éxito el tendrá una gran lista; puede que ya haya sido famoso por tanto tiempo que no recuerde el tiempo cuando no lo fue.Trabajando conrockstars he conocido de todo, a los que les encanta y a los que odian la fama.

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¿Había problemas de ego en algunos momentos, cuando un rockstar tenía un complejo de superioridad?

En el caso de Mick Jagger por ejemplo, sí había una jerarquía,  él era Mick Jagger y yo no, así de simple. No es fácil decir si era él el que se ponía por encima de mí o yo por debajo de él.

Otro elemento complicado es que nunca firmaban nada así que ellos tenían el derecho a echarse para atrás en cualquier momento. En una situación extrema, hubieran podido decidir en el último minuto, antes de comenzar a fabricar que querían su diseño fabricado por otra agencia. Para nosotros era una situación muy inusual. Pero nada de esto me dejaba sin dormir.

Pero cuando consideras el valor histórico que él tiene, lo entiendes. Si hubiera un mural con 10 caras que representan el siglo XX, la cara de Mick sería una de ellas, al lado de Gandhi, es una locura.

 ¿Cómo fue el camino para empezar a trabajar en la industria musical?

Simplemente toqué muchas puertas. Era un interés personal por lo que una vez que el estudio se encontraba operando, fue cuestión de buscar a las disqueras y enviarles nuestro portafolio. Les dije, quiero hacer las carátulas de sus discos y así fue como comencé.

Al principio no sucedió nada. Pasó un tiempo antes de trabajar con nuestra primera banda, un amigo mío era parte de ella – H.P. Zinker se llamaba. Resultó  que este disco fue nominado a los Grammys por mejor diseño.

Después de la nominación comencé a trabajar con las disqueras y con grandes artistas. Creo que todo se centra en que no sólo concebimos las ideas, sino que teníamos lo que se necesitaba para realizarlas. Producíamos un concepto y lo desarrollábamos hasta la línea de producción.

 De todas tus experiencias en esta industria, ¿cuál ha sido tu favorita, no sólo en términos del diseño, sino la relación con el famoso?

Considerando todo, creo que David Byrne. Él es una persona que entiende el proceso de colaboración, tiene una gran creatividad visual y es fácil discutir ideas porque no tiene un gran ego. Para él, no es relevante a quién se le ocurrió qué o cómo fue el proceso, sino el resultado final. Hacer los diseños de sus discos siempre fue un placer.

Él ha trabajado con muchas personas a lo largo de su trayectoria que creo que eso lo hace un gran colaborador, sabe muy bien poner límites y removerlos para permitir que todos participen en el proceso creativo.

 Por último, ¿qué consejo clave le darías a cualquier creativo que esté comenzando su carrera?
No hagan caso a mis consejos.

 

visto en culturacolectiva.com

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